Sería inoportuno en estos momentos hablar de otra cosa
que fuese de Béisbol, pues los Play Off de la 51 Serie Nacional han roto la
rutina. Pero no me voy a detener a comentar sobre los ocho equipos que lograron
su pase a la postemporada, ni de los cuatro que se defienden a capa y espada
por llegar a la final y alcanzar el título. Para ellos, mis aplausos. Prefiero
dedicar un breve comentario a dos conjuntos que extrañamos en la gran fiesta.
Las avispas hace dos años que no quedan entre los mejores
cuatro conjuntos del Oriente cubano.Y quedó demostrado que no era falta de
estrategia del Capitán de capitanes.
A los santiagueros les sobra experiencia, pero no pueden dejarlo todo para el final. El picheo parece caminar por una cuerda floja, y por un momento pensé que se habían recuperado. Es cierto que ya no pueden contar con las 10 victorias que aproximadamente le regalaba Vera cada año. Pero tenían a Danny Betancourt y a Delá que le obsequiaron 10 sonrisas, y un Carlos Manuel Portuondo que también se lució con ocho. No bastó que Meriño y Reutilio postergaran su retiro, porque con solo dos palos no se hace un monte, aunque las estadísticas apuntan a una mejor actuación del bateo que de los serpentineros y de la defensa, parámetros que estuvieron por encima y por debajo de la media, respectivamente.
A los santiagueros les sobra experiencia, pero no pueden dejarlo todo para el final. El picheo parece caminar por una cuerda floja, y por un momento pensé que se habían recuperado. Es cierto que ya no pueden contar con las 10 victorias que aproximadamente le regalaba Vera cada año. Pero tenían a Danny Betancourt y a Delá que le obsequiaron 10 sonrisas, y un Carlos Manuel Portuondo que también se lució con ocho. No bastó que Meriño y Reutilio postergaran su retiro, porque con solo dos palos no se hace un monte, aunque las estadísticas apuntan a una mejor actuación del bateo que de los serpentineros y de la defensa, parámetros que estuvieron por encima y por debajo de la media, respectivamente.
Pinar del Río, los actuales campeones, se me acaban las
palabras para hablar de ellos. Aquí pasa lo contrario que con los santiagueros.
Era el mismo equipo que ganó la Serie de Oro, pero les faltaba Urquiola. Por
ello insisto que no todo buen jugador puede ser buen director, y no creo que
Juan Castro merezca los aplausos. Pero también el conjunto se vio descontento
en el terreno, y no les sirvió de mucho llevar en la chamarreta el título de
campeones. Su principal carta de triunfo, Yosvani Torres, el hombre estrella de
la temporada anterior, no actuó como se esperaba, aunque el picheo, en general,
estuvo por debajo de la media. A ello hay que sumar el rendimiento de Peraza,
Saavedra y Duarte no se comportó como esperábamos. El fildeo también merece un
cometario, pues .974 no es un buen promedio para los pativerdes que, en esta
temporada, cometieron gran cantidad de pifias. Parece que los conjuntos
campeones están destinados a no clasificar para los Play Off la siguiente temporada,
y quien lo dude, pregúntele a Industriales.
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